10 Recomendaciones para la vuelta al GYM después de una lesión

• Sigue entrenando: si se trata de una lesión leve, y siempre que no haya ninguna recomendación contraria por parte del profesional sanitario (médico o fisioterapeuta) lo ideal sería continuar con el entrenamiento dejándonos aconsejar por un profesional de la actividad física.

• Fortalece tus eslabones más débiles: no solo debemos hacer hincapié en mejorar la lesión

• Mejora tu capacidad cardio-respiratoria: 

• De lo analítico a lo global: empieza por ejercicios mono-articulares, simples de realizar, con ayuda de máquinas guiadas y en los que no tengas que estar pendiente de muchos factores al mismo tiempo y poco a poco añadiremos complejidad a los mismos.

• Progresa de manera adecuada: no retomes tu entrenamiento tal y como era antes de la lesión, por muy experto que seas, debes volver a poner a punto el organismo.

• Utiliza otros medios: la piscina y los ejercicios con menores cargas inerciales como  poleas desmultiplicadas o elásticos.

• Huye del dolor: utilizar una escala del dolor validada para entrenar siempre por debajo de ciertos umbrales ayudará a disminuir la sensibilización de tu sistema nervioso al dolor.

• Elimina tensiones y mejora tus rangos de movilidad: deja que un profesional analice tus déficits de movilidad, asimetrías de fuerza y control en diferentes partes y posiciones de tu cuerpo y trabaja sobre ellas para igualarlas.

• Más no siempre es mejor: descansa, cuando realizas actividad física con un estímulo suficiente, tu cuerpo necesita un tiempo para recuperarse y  mejorar, es lo que se conoce como principio de supercompensación. Entrenar todos los días o en exceso en una sola sesión, puede suponer demasiada fatiga y mayor riesgo para recaer en tu lesión o aumentar el dolor en la zona.

• Constancia: puede que el entrenamiento para recuperar una lesión sea más tedioso y menos motivante, mantén una actitud positiva, confía en el programa de entrenamiento y dale tiempo. 

Julio González

Monitor C.D. San Gabriel